El agua es fundamental para todas las formas de vida, lo que la convierte en uno de los recursos esenciales de la naturaleza. A cada ser humano, le correspondería a cada uno 250.000 millones de litros, lo que equivaldría a 400.000 piletas de natación. Bajo estas perspectivas, el agua aparece como un recurso prácticamente ilimitado. Sin embargo, de esa enorme masa líquida, sólo el 3% es dulce y la mitad de ella es potable.
El agua es un bien indispensable para el desarrollo de toda civilización, ya que posibilita la expansión demográfica y los progresos de la producción, que van desde la agricultura hasta la electrónica.
El problema que representa la contaminación de los mares es conocido desde la antigüedad. No sólo esta en riesgo la calidad sino también la cantidad con la que dispone el ser humano.
A la basura producida por el hombre y los escapes de contaminantes industriales, hay que añadir los tóxicos fabriles echados a los ríos y la polución de los cientos de alcantarillas. En Argentina la concentración de diversos elementos de contaminación -materiales pesados, bacterias, nitratos e hidrocarburos- que se producen en diferentes lagos, lagunas y ríos, superan largamente las cifras consideradas peligrosas.
¿Quieren escuchar un dato escalofriante? Una de cada cuatro camas de un hospital está ocupada por pacientes que tienen enfermedades contraídas por el agua. La contaminación actúa lentamente y genera enfermedades de todo tipo, no sólo trastornos infecciosos.
Nuestro país es uno de los más afectados por la neoplasia, ya que las napas de los suelos de las provincias centrales están contaminadas por arsénico, debido a diferentes movimientos geológicos y por otro lado a causa del arsénico posible contaminante de alimentos de origen vegetal y animal que crecen y se crían en esas regiones.
Las provincias más expuestas al consumo de agua contaminada son Córdoba (principalmente en el área de llanura pampeana: Río Cuarto, Belle Ville, Marcos Juárez y San Francisco), Santa Fe (Venado Tuerto), Chaco, Santiago del Estero, San Luis, La Pampa, y Buenos Aires, en la que si bien no hay casos registrados, los altos índices de arsénico en algunas de sus regiones hacen sospechar que existen personas potencialmente enfermas
Todos sabemos que el agua es un elemento y una de las necesidades más importantes para los seres humanos; sin embargo, continuamos contaminándola y desperdiciándola sin ningún tipo de control.
Una posible solución aparece en el campo biotecnológico. Combinando conocimientos de ingeniería y de ecología, se diseñan ecosistemas artificiales para detoxificar y purificar las aguas residuales.
El progreso tecnológico ha despreciado la naturaleza; explotado al máximo sus recursos y la ha dejado a un costado. Hay que cambiar esta mentalidad antes de que sea demasiado tarde y entender que nosotros mismo formamos parte de la naturaleza, que ¡nosotros también somos la naturaleza!